jueves, 30 de julio de 2020

ERIC FRANK RUSSELL


Eric Frank Russell fue uno de los escritores de ciencia ficción más exitosos e innovadores del siglo pasado, que tuvo una gran influencia en el género durante su apogeo en los años cincuenta y sesenta. Sus historias son humorísticas y sus héroes son muy memorables, y tienden a estar en desacuerdo con la autoridad, burlándose y desafiando su entorno mientras participan en aventuras peligrosas. Debajo de la emoción se encuentran preguntas filosóficas más profundas sobre las debilidades, aspiraciones y futuro de la humanidad.

Eric Frank Russell nació en una familia militar en Sandhurst, Surrey (Inglaterra), el 6 de enero de 1905. Fue hijo de un instructor de la Royal Military Academy. Pasó la mayor parte de su infancia en el este de África. En 1934, cuando vivía cerca de Liverpool, leyó en Amazing Stories una carta de un tal Leslie J. Johnson, un lector que vivía cerca de él. Russell se puso en contacto con Johnson y éste le animó a convertirse en escritor. Juntos escribieron la novela Seeker of Tomorow, publicada en Astounding Stories y durante el resto de la década de 1930 se convirtió en el primer escritor británico en aparecer regularmente en sus páginas. Publicó su primera novela en solitario en el año 1939, Sinister Barrier, en el primer ejemplar de la revista “Unknown” ocupando con sus cincuenta mil palabras más de la mitad de la extensión. Se dice –aunque nunca se ha confirmado- que Campbell quedó tan impresionado con esta historia que creó “Unknown” con la finalidad de publicarle. “Barrera Siniestra” fue seguida por su serie Jay Score, una historia similar a Star Trek sobre un equipo de exploradores interplanetarios, incluido un robot heroico.


“Barrera Siniestra” narra la lucha entre los humanos y una raza de esquivos extraterrestres, un tema muy común en la ciencia ficción de la época. Sin embargo, lo curioso es que la existencia de estos extraterrestres es una posible explicación de los fenómenos extraños como los descritos por Charles Hoy Fort, uno de los primeros estudiosos y recopiladores de sucesos sin explicación e ignorados por la ciencia convencional. Russell fue un seguidor de Charles Fort durante mucho tiempo y fue un miembro activo y representante británico de la Sociedad Forteana. Su libro de no ficción 'Great World Mysteries', era un compendio de hechos forteanos, una publicación única en su momento.


Sirvió con la RAF durante la Segunda Guerra Mundial, luego trabajó brevemente como ingeniero antes de comenzar a escribir a tiempo completo. Algunos de los mejores trabajos de Russell se realizaron en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, incluida una serie de amargas historias contra la guerra y la sátira pacifista "…Y luego no hubo ninguno” (1951). La sátira antiburocrática de 1955 "Allamagoosa" le hizo ser el primer escritor inglés merecedor del premio Hugo. Publicó su novela Wasp en 1957. Fue miembro fundador de la Sociedad Interplanetaria Británica. Se rumorea, pero no está probado, que inventó la frase "Que vivas en tiempos interesantes", citada con frecuencia como una antigua maldición china. 


Astounding Science Fiction de Mayo de 1955, revista donde apareció por primera vez el relato "Allamagoosa", con el que Russell ganó el premio Hugo

Participó en los primeros fandom de ciencia ficción en Gran Bretaña: asistió a la primera Convención Británica de Ciencia Ficción en Leeds en 1937 y también a la Convención de Londres en 1957. 

Aunque era un escritor inglés, supo adaptarse muy bien al estilo de los pulps norteamericanos de manera tal que muchísimos lectores consideraron que era un autor estadounidense. Russell murió el 28 de febrero 28 de 1978. En 2000 se convirtió en miembro póstumo del Salón de la Fama de la Ciencia Ficción y la Fantasía.


lunes, 27 de julio de 2020

DIME NOVELS


Las primeras novelas de diez centavos (en inglés, “dime novels”) se publicaron inicialmente alrededor del comienzo de la Guerra Civil estadounidense alcanzando su período de mayor popularidad en los últimos veinte años del siglo XIX y las primeras dos décadas del siglo XX.. Estas sensacionalistas historias estaban llenas de romance y aventura y se hicieron muy populares tanto en los Estados Unidos como en Inglaterra (donde fueron conocidas como “penny dreadful”). Dichas publicaciones eran periódicas y estaban dirigidas especialmente a las clases trabajadoras de la época.

La firma de Nueva York Beadle y Adams publicaron las primeras novelas de diez centavos en 1860, y fueron rápidamente imitadas. Las primeras novelas de diez centavos eran pequeñas (de cuatro por siete pulgadas) y generalmente tenían una extensión unas cien páginas, con portadas ilustradas de papel de colores. El género representó toda una revolución en la comercialización y distribución más que en la originalidad del contenido.

Debido al precio barato de estas publicaciones, los editores se orientaron hacia la clase baja sin educación, produciendo historias con tramas simples y formuladas que abrieron "nuevos mundos" a los lectores. Las historias fueron sencillas y contadas en un lenguaje simple que evocaba en la mente de los lectores imágenes concretas. 


Las primeras historias que se publicaron trataron sobre los indios americanos, pero cuando los indios fueron colocados en reservas, la fascinación del público con ellos comenzó a desvanecerse. En consecuencia, las novelas se transformaron en historias de vaqueros en el salvaje oeste, forajidos y bandidos y ladrones de trenes. Los misterios detectivescos y las narrativas de las trabajadoras siguieron más tarde. En la Inglaterra victoriana, muchos " penny dreadful " fueron escritos en la macabra tradición gótica para asustar y emocionar a los lectores. La entrada de Gran Bretaña y los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial proporcionó muchísimo material que los editores aprovecharon para publicar nuevas historias.

Las dime novels generalmente contaban dramáticas historias de aventuras vividas por un héroe solitario que a menudo se encontraba en medio de un dilema moral. Las novelas eran éticamente sólidas ya que respaldaban el buen carácter y los fuertes valores morales ya que el héroe de la novela elegía la virtud por encima del vicio. A veces, el protagonista era una figura histórica, lo que despertó el interés de los jóvenes lectores por la historia.


Las dime novels para mujeres generalmente trataban sobre romance y matrimonio. Las historias a menudo hablaban sobre el amor entre una muchacha de clase trabajadora y un noble y, a veces, se habla de matrimonios y desposorios que han salido mal. Por lo general, estas aventuras románticas terminarían en un desastre, advirtiendo a las mujeres de la clase trabajadora que el concepto emergente de una sexualidad femenina aceptable era, de hecho, inaceptable. En estas historias, la virtud estaba protegida a toda costa, enfatizando su importancia para el bien de los lectores.

Simultáneamente con su período de crecimiento explosivo, Chicago comenzó a aparecer en novelas de diez centavos a partir de la década de 1870, cuando las historias centradas en héroes detectivescos y el crimen urbano se hicieron populares. A medida que aparecieron estos nuevos tipos de historias, el precio de algunas series disminuyó (muchas se vendieron por cinco centavos) y el formato cambió, y muchas novelas se imprimieron en papel más grande. El nuevo interés en las historias citadinas, combinado con el continuo atractivo de los westerns, hizo de Chicago un escenario popular para historias que cambiaban entre el Este y el Oeste. La riqueza de la ciudad y el crimen que la acompañó hicieron de Chicago un escenario atractivo para historias de detectives como Lion Heart Lee, el detective de Lakeside. Eventos reales a menudo aparecieron en novelas de diez centavos, como en La bandera roja; o, The Anarchists of Chicago, que gira en torno a los disturbios de Haymarket y McCormick Reaper Works de 1886.


Varios factores contribuyeron al boom de novelas de diez centavos durante la última mitad del siglo XIX:

En primer lugar, la tecnología del momento permitía la producción y el consumo en masa de las obras. La mecanización de la impresión y el desarrollo de nuevos tipos de papel más baratos permitieron a los editores imprimir más libros en menos tiempo. Estos libros se pudieron distribuir a mayor velocidad y en mayor medida que antes debido a los métodos de envío modernos. 


En segundo lugar, los medios de transporte modernos afectaron directamente al público lector. A medida que más personas usaban el transporte público como el ferrocarril y los tranvías para viajar, tenían más tiempo para llevar a cabo una lectura breve y ligera.

Además de esto, Estados Unidos estaba experimentando un aumento significativo en las tasas de alfabetización. Tras una década de reformas sociales, incluida una reforma de las escuelas y la promulgación y aplicación de la ley de educación obligatoria, la clase trabajadora estaba más alfabetizada que nunca. Cuando en los hogares se empezaron a utilizar más las lámparas de aceite que las velas se facilitó a los lectores el poder continuar leyendo hasta altas horas de la noche.


La venta de novelas de diez centavos se concentró más en las ciudades industriales y los pueblos industriales del norte y el oeste, donde los grupos más grandes de personas de clase baja vivían y trabajaban en Estados Unidos. Fueron ampliamente leídos por las clases bajas, principalmente por niños y hombres jóvenes, aunque también muchachas, hombres adultos y algunos grupos de la clase media también disfrutaron de estas publicaciones. Muchas personas, especialmente de la clase media, se avergonzaron de admitir que leían las novelas, ya que no eran necesariamente material de lectura de calidad y solo eran un entretenimiento sin sentido con el que pasar el tiempo.

También hubo una audiencia de mujeres. Muchas niñas y mujeres jóvenes, trabajadoras y de clase media disfrutaron las historias de misterios de asesinatos sensacionalistas y los romances de la sociedad. Bertha M. Clay, Geraldine Fleming y Laura Jean Libbey fueron algunas de las escritoras más destacadas con obras como All for Love of a Fair Face, The Story of a Wedding Ring, A Charity Girl, The Unseen Bridegroom y Only a Mechanic's Daughter .


Hubo algunos editores que decidieron sacar provecho de las novelas de diez centavos. Irwin y Erasmus Beadle y Robert Adams publicaron la primera novela de diez centavos bajo su editorial, Beadle y Adams, en 1860. Era una novela corta titulada “Malaeska, la esposa india del cazador blanco”, escrita por la Sra. Ann S. Stephens. Solo entre 1860 y 1865, Beadle y Adams publicaron más de cinco millones de novelas de diez centavos. Durante este tiempo, la Guerra Civil convirtió a los soldados en la audiencia principal para los editores que producían libros que atendían a estos hombres que necesitaban estimulación mental durante el aburrimiento que a menudo vivían durante las esperas anteriores a la batalla.

Otra editorial importante de dime novels fue la Street and Smith. Esta compañía veía la ficción como una mercancía, y los editores tenían una autoridad estricta sobre el proceso de producción de las obras de los autores. Se les exigió a los escritores que siguiera fórmulas específicas para la trama y los estilos de escritura que usaban. Un sorprendente número de autores estaban dispuestos a hacerlo. Autores como Horatio Alger, Upton Sinclair y Jack London escribieron para Street y Smith con seudónimos para ganar dinero por sus trabajos publicados.

No todos los autores escribían bajo seudónimos para salvar su reputación. Muchos eran simplemente escritores semiprofesionales que a menudo eran periodistas, maestros o empleados que simplemente buscaban ganar un dinero extra.

Coronel Prentiss Ingraham

Algunos de los escritores de novelas de diez centavos más conocidos fueron Thomas C. Harbaugh, Albert W. Aiken, Edward L. Wheeler, Joseph W. Badger, Jr. El coronel Prentiss Ingraham. Ingraham fue el escritor más exitoso al ser el creador literario del famoso personaje, Buffalo Bill. Completó más de 600 novelas en su vida, además de una serie de obras de teatro y poemas. Era un maestro de su oficio, aprovechando sus propias experiencias militares y de viaje para crear los escenarios en sus historias. Se dice que una de sus novelas de diez centavos fue escrita por una orden urgente; el trabajo fue completado en tan sólo 24 horas conteniendo 40,000 palabras, sin utilizar ninguna máquina de escribir. 

Con la invención de la máquina de escribir, los autores pudieron producir historias a un ritmo increíble. Se rumoreaba que Frederick Marmaduke Van Rensselaer Dey, el cocreador del detective callejero Nick Carter, sacaba 25,000 palabras cada semana durante casi veinte años, usando múltiples seudónimos. La gran demanda de las novelas significaba que los autores ganaban entre $ 200 y $ 300 por cada obra exitosa.

Frederick Dey, continuador de las aventuras de Nick Carter

Las escritoras también obtuvieron un sorprendente reconocimiento durante este tiempo. Cuando Herman Melville y Nathaniel Hawthorne vendían varios miles de copias de sus obras al año, la autora Fanny Fern vendió 70,000 copias de su libro Fern Leaves y 50,000 copias de Ruth Hall. La cabaña del tío Tom , de Harriet Beecher Stowe, vendió cientos de miles de copias. En 1872, el setenta y cinco por ciento de los libros publicados fueron escritos por mujeres.

El contenido y el sentimiento detrás de las dime novels continúan influyendo en las publicaciones de la actualidad. Las revistas sensacionalistas de chismes de celebridades, libros de bolsillo románticos y comedias románticas, películas de terror e historias de fantasmas, y cuentos exagerados son todo directa o indirectamente el resultado de la locura de la novela de diez centavos.



viernes, 24 de julio de 2020

DELOS PALMER


Delos Palmer, Jr. nació el 26 de enero de 1890 en la ciudad de Nueva York. Su padre era el Dr. Delos Palmer, un destacado dentista de Park Avenue. Su madre era Jennifer Emma Banta. Sus padres nacieron en Nueva York, donde se casaron en 1880 y tuvieron cinco hijos siendo él el cuarto nacido. Vivían en una casa propia en 48 West 50th Street, con un cocinero, una camarera y una enfermera para ayudar en la práctica dental de su padre en la planta baja.

Vivieron una vida privilegiada y todos los niños fueron a las mejores escuelas privadas. Se graduó de la escuela secundaria en junio de 1908.


Estudió en The Art Students League de 1911 a 1915 con el famoso impresionista estadounidense George Bellows. Según el artista, "Bellows fue una buena influencia para mí. ¡Me enseñó a pintar lo que veo y lo que siento! "

En 1916, Palmer se mudó a los históricos Estudios Holbein en 139 West 55th Street. Trabajó allí hasta 1920, cuando se mudó al Greenwich Village donde se convirtió en un exitoso retratista de la sociedad.


Tenía 27 años durante la Gran Guerra, por lo que no fue seleccionado para el servicio militar. En 1923, Palmer comenzó a vender ilustraciones de para las historias interiores a revistas como Metropolitan Magazine , The Saturday Evening Post y Liberty. En 1924 se casó con Helen Smith Romme y se mudó a Stamford, CT, donde criaron una hija y dos hijastros.


El fatídico desplome del mercado de 1929 puso fin al negocio de retratos de la alta sociedad de Palmer, pero pronto encontró trabajo a través de sus contactos en MacFadden Publishing, de la revista Liberty, que también produjo varias revistas de detectives como Master Detective y True Detective.


Luego comenzó a pintar portadas para Dime Mystery, Clues, Frontier Stories, Action Stories, Western Trails, All Star Adventure, Complete Western Book, Spicy Western, Terror Tales e Horror Stories. La mayoría de sus portadas no están firmadas, pero ocasionalmente se le dio crédito impreso por sus pinturas en la página de contenido de la revista.

De 1935 a 1938, Palmer trabajó en varios murales en Connecticut para el WPA Federal Arts Project. Para 1940, Palmer nuevamente recibía comisiones para realizar retratos de ciudadanos prominentes de Stamford, CT. Al mismo tiempo, también comenzó a impartir clases privadas en su estudio. En 1945 él y su esposa se separaron. Sus hijos ya habían crecido y se habían ido de casa.


Durante los meses más fríos de cada invierno, se mudaba a Florida para pintar encargos de retratos y mantenerse caliente. En 1948 conoció a Lona Aldrich, con quien vivió por el resto de su vida.

Su pintura “Father Contos" ganó el premio de retrato en la Exposición anual de 1950 de la Asociación de Arte del Valle de Hudson. En sus últimos años, Delos Palmer se especializó en retratos de niños. Delos Palmer sufrió un ataque al corazón y murió mientras dormía a los setenta años el 4 de mayo de 1960.


lunes, 13 de julio de 2020

TODOS USTEDES, ZOMBIES

Número donde apareció este relato por primera vez

"—Todos ustedes, Zombis—" es un cuento de ciencia ficción escrito por Robert A. Heinlein en un solo día: el 11 de julio de 1958, y publicado por primera vez en The Magazine of Fantasy & Science Fiction en su edición de marzo de 1959, después de ser rechazada por Playboy.

Este relato desarrolla varios temas que el autor ya había explorado en un trabajo anterior: “Por sus propios medios”, publicado 18 años antes. Algunos de los mismos elementos aparecen más tarde en otras historias como “El gato que camina a través de las paredes” (1985).

“—Todos ustedes, Zombis—“narra la crónica de un joven (que más tarde se revela ser intersexual) que es engañado para viajar en el tiempo hacia el pasado y sin saberlo termina fecundando a su yo joven femenina (quien después de la cesárea, los médicos descubren su condición intersexual y deciden, sin su consentimiento, hacerle una operación de re-asignación de sexo). Por tal motivo, el personaje resulta ser el producto de dicha unión, con el resultado paradójico de que él es su propio padre y madre. Al final se revela que todos los personajes principales son la misma persona en diferentes etapas de su vida.

Dejo aquí el siguiente audiolibro basado en este relato. Que lo disfruten.

URBANIZACIÓN

El siguiente texto es un fragmento tomado del libro "Tarzán, el hombre mito" escrito por Irene Herner de Schmelz en 1974. Lo publico en este blog pues sirve muy bien como contexto en que se desarrollaron los pulps, un mundo finisecular que entraba de lleno en la modernidad que habría ser el signo de los tiempos del naciente siglo XX. Que lo disfruten.


URBANIZACION

Irene Herner de Schmelz

La urbe, que surge como parte integrante de la época industrial, rompe con la vieja ciudad, crea nuevas necesidades y adquiere otra fisonomía. El siglo XIX es la época en que nacen aceleradamente grandes conglomerados humanos, casi todos provenientes del mundo rural, que en su conjunto forman la ciudad moderna. La economía industrial, como corolario del sistema capitalista, provocó grandes cambios en la estructura de la sociedad. Surgen la fábrica, el comercio y la oficina. El trabajador labora en un sitio y habita en otro. Como una de las consecuencias de estos cambios, se desarrollaron los medios de transporte. El movimiento de mercancías y de materias primas, de y hacia la fábrica, hacia el centro comercial, etcétera, absorbió también al elemento humano. Había que transportar a los empleados, empresarios, jefes y obreros del lugar de vivir al de trabajar, y regresarlos. Para llevar a cabo la labor del transporte masivo aparecen el ferrocarril, el tren urbano elevado y subterráneo, el autobús etcétera, aun antes de comenzar el siglo; e incluso la bicicleta circulaba por las calles desde la segunda mitad del siglo pasado. 1887 es el año en que aparece el automóvil, que permite la transportación cómoda, aunada al goce del vértigo de la velocidad (a pesar de que para nosotros, hoy día, aquellos terribles 20 o 30 kilómetros por hora sean como el caminar de la tortuga) para los grupos sociales medios y altos de la población. El automóvil se concibió como uno de los más importantes inventos de la historia humana: “Podía usarse para ir al mercado, al club de golf o a la estación de ferrocarril, para refrescarse en las tardes cálidas, llegar a un trabajo lejano y de otro modo imposible, sacar a la familia a pasear por un día o fin de semana, visitar de repente a los amigos lejanos o, como innumerables parejas pronto aprenderían, a asegurar una inusitada intimidad.” Después de mucho soñar y experimentar, el 17 de diciembre de 1903, los norteamericanos hermanos Wright volaron por vez primera en una máquina más pesada que el aire. Sin embargo, fue hasta después de la primera guerra mundial cuando el aeroplano se explotó como transporte comercial.


Con la ciudad moderna llegó también el tránsito y, con éste los accidentes, los embotellamientos y los semáforos, las amplias calles y avenidas, los estacionamientos, gasolineras y talleres de servicio. Se creó la tensión entre choferes y peatones presionados a fluir en el tránsito de aparatos que parecieran tener vida propia. Además, el aire comenzaba de esta manera, entre otras, su no muy largo y letal proceso de contaminación.


Con el desarrollo de los medios de transporte y en especial con el coche, surgió también la ciudad carretera, con sus moteles y drive-ins, que colaboraron al cambio del estilo de vida, del régimen alimenticio y del ritmo para comer. Aparecen los puestos de hamburguesas y hot-dogs, productos que comenzaban tlambien a producirse en masa La hamburguesa “puede interpretarse como una expresión de nuestro tiempo –nos dice el conocido artista pop, Claes Oldenburg-. La hamburguesa cuenta la historia de los automóviles de alta velocidad, de las carreteras, de los puestos a un lado de los caminos. Es una comida que se prepara rápidamente y se come más rápidamente aún. Es símbolo de una existencia nueva, rápida y móvil, de una singular experiencia nacional.”


En la urbe surgieron los centros comerciales con las tentaciones de sus aparadores y con ellos el sistema de crédito, el pago en abonos, las ofertas y las baratas. Se perfecciona el incipiente sistema masivo de propaganda que en poco tiempo logra uno de los más elevados sitios de la cultura contemporánea, desde el cual influye en forma definitiva en los gustos y las mentes de los ciudadanos.


En esta ciudad norteamericana es donde los descubrimientos e inventos técnicos más variados y más osados se echan a andar. Muchos aparecen ante los ojos del mundo como los milagros de la modernidad, “el hombre de la calle y la mujer de la cocina confrontados por todas partes por nuevos artefactos y máquinas que debían al laboratorio, estaban listos a creer que la ciencia podía lograr casi cualquier cosa...”



Artefactos y baratijas se amplían unas tras otras en el mercado, compiten, tratan de mejorar el producto anterior, crean, con su invención, una nueva necesidad de consumo y refuerzan la ya intensa liga del status con las posesiones materiales. El objetivo de todo ello es, según la famosa consigna, “lograr el bienestar común”.


La electricidad, apenas conocida en el siglo XVIII, es industrializada en el XIX por Edison y Faraday, convirtiéndose quizá en el elemento más decisivo de la época. El petróleo, descubierto en Pennsylvania en 1859, fue rápidamente explotado, al igual que se explotaría la energía del carbón y el poder de la máquina de vapor. Por todas partes comenzaron a construirse redes ferroviarias que representaban, más que ningua otra invención, el éxito de la revolución industrial y lograron además cambiar el espectáculo del paisaje Ésta es también la era del hierro y del acero para la construcción de grandiosos barcos y resistentes puentes. Ente muchos otros inventos, en 1939, Talbot mejora el proceso inventado por Daguerre y Niepce, utilizando la cámara fotográfica, que se convierte pronto en juguete al alcance de muchos. El fonógrafo de Edison se patentaba en 1877 y en 1892, el señor Bel realizaba la primera llamada telefónica entre Nueva York y Chicago. El cinematógrafo data de 1880, el telégrafo de 1894 y la máquina de escribir de 1897.


Con los nuevos implementos, el viejo sistema de comunicación interpersonal cambió por completo. Aparecen los mass media, la comunicación impersonal pero de grandes alcances, que permite romper fronteras y entablar contacto con hombres de todos los puntos del planeta. Este sistema de comunicación masiva es también uno de los medios más eficaces para controlar a la población. Haciendo frente común con el sistema de propaganda, logra influir en los ciudadanos hasta el grado de programar sus mentes y hacer de ellos un pueblo de pensamiento uniformado y dependiente del centro gubernamental.


La planeación urbana moderna, típica de la Unión Americana, se dio a partir de la segregación de sus habitantes en barrios o ghettos. Las ciudades norteamericanas se poblaron ante todo de barrios paupérrimos y miserables en donde habitaba la mayoría trabajadora. Debido a su situación económica, e inclusive étnica, sus moradores se vieron forzados a vivir en estos centros citadinos (excepto Harlem, cuyos orígenes fueron suburbanos) entre fábricas, bodegas y comercios, en casonas viejas que difícilmente se mantenían en pie. De ellas utilizaron incluso los sótanos; y cuando se derrumbaban éstos provocaban la muerte o la invalidez a mucha gente. Se construyeron baracas compactas que se caracterizaron por la carencia absoluta de higiene, sanidad y espacio. En sus habitaciones vivía la gente apelmazada y sin vida privada, en un ambiente promiscuo y opresivo muy semejante al que se observa en la actualidad en las ciudades perdidas, favelas, villas miseria, etcétera, de América Latina. Las epidemias y las ratas estaban a la orden del día y el índice de mortalidad resulto mu elevado entre sus habitantes. Ara finales del siglo, tres niños de cada cinco nacidos en Chicago morían antes de cumplir el año. La drogadicción y la sicosis fueron habitantes constantes de estos barrios y la miseria y la ignorancia mantuvieron sojuzgada y pasiva a la mayor parte de la población urbana.


Al mismo tiempo que la planificación urbana dividía a la población en barrios segregados miserables, aparecía suburbia, otra forma de ghetto, que fue el artificio urbano característico de la clase media ascendente norteamericana. Los suburbios se formaron con conglomerados urbanos que se instalaban en la periferia metropolitana y mantenían, casi siempre, un carácter étnico bien definido. Sus habitantes prendieron nostálgicamente calcar en ellos el pasado rural.


La incapacidad de esta gente para enfrentar el cambio de estructuras definitivo que significaba la economía industrial hizo de este grupo social un mundo de aislacionistas, indiferentes respecto al resto de la sociedad (al que irónicamente pertenecían un gran número de profesionistas y científicos); incapaces en su mayor parte de entender cuáles eran los hilos de la organización económica que hacía de su situación ventajosa una trama posible. Las añoranzas de sus habitantes se resumieron en deseos de emular formas de vida aristocráticas y de poseer cada vez más de lo que ya poseían. Y la comodidad fue, de todas las felicidades, la que más desearon.

Herner de Schmelz, Irene (1974), Tarzan, el hombre mito. Sep/Setentas n. 139. SEP. México. pp. 37 – 41.


jueves, 9 de julio de 2020

DIME MYSTERY MAGAZINE



Harry Steeger, cofundador de Popular Publications, Inc. es considerado, por lo general, como el creador de la revista Dime Mystery. Steeger se graduó con una licenciatura de Princeton en 1925 y fundó Popular Publications en 1930 después de trabajar para Dell Publishing Co. con Harry Goldsmith. Popular fue una de las principales editoriales de pulps.

Harry Steeger

Gran parte del éxito de Dime Mystery se puede atribuir a su editor, Rogers Terrill. A principios de los años 30, cuando debutó Dime Mystery , Terrill ya había hecho una carrera editando pulps en TT Scott's Fiction House, donde manejó títulos como Action Stories , Wings y Fight Stories . Terrill se convirtió en el editor en jefe de Popular, con un equipo editorial que incluía a S. V. Farrelly, Jr. y John Bender. Cada editor fue responsable de múltiples títulos; Terrill, como editor principal, presidió más de 31 publicaciones que tuvieron una circulación conjunta de 1, 700,000 ejemplares. A los editores se les dieron a menudo seudónimos en todas las revistas para que el personal pareciera más grande.

Primer número de Diciembre de 1932

La revista comenzó su publicación mensual en diciembre de 1932 como Dime Mystery Book Magazine , que contenía, según ellos, una "novela de dos dólares" y dos o tres cuentos, todo por la módica cantidad de diez centavos (un dime). El contenido eran historias de misterio y detectives. Las portadas de cada número presentaban la imagen de un libro, en cuya carátula aparecía la portada real en una extraña relación metalingüística. Lo que se buscaba era sugerir que el lector recibía una novela completa por el precio de una revista. Sin embargo, el largo formato de la novela resultó problemático y el título fracasó después de unos pocos números.

Ejemplar de Octubre de 1933

Steeger, con la esperanza de rescatar la revista, decidió cambiar hacia una nueva dirección a partir del número de octubre de 1933. Al hacerlo, Steeger creó un nuevo género: la "amenaza extraña" o "weird menace". Con esta transformación, la revista eliminó tanto el "Libro" de su título como el libro de su portada. Steeger también cambió la forma de la revista: en lugar de una gran novela, incluyó una novela de tamaño mediano, dos o tres novelas más cortas y varios cuentos.

Ejemplar de Agosto de 1937

Inspirado en el teatro francés Grand Guignol y el melodrama gótico, el género “weird menace” era una combinación de misterio y terror; Los editores buscaron que las historias fueran una mezcla entre los géneros de terror y el de detectives. Sin embargo, esta combinación no siempre se logró y ocasionalmente, las historias individuales de la revista tendieron a la ficción detectivesca, por un lado, o al horror absoluto por el otro. Lo que siempre se buscó es que ante el misterio que se presentaba la explicación tenía que ser natural/racional, aunque muchas veces caía en lo inverosímil.

Hay que observar la carita amable del doctor

Los villanos en estas historias a menudo eran físicamente deformes y/o asesinos psicópatas que "llevaban a cabo asesinatos horribles e inexplicables" por motivos impulsados por la codicia o la lujuria, mientras que el mayor peligro en la amenaza extraña era el temor a la vivisección. Los héroes de amenaza extraña solían ser hombres bien definidos, todos estadounidenses, que demostraban que la irracionalidad podía ser conquistada y que el mal sobrenatural no existía resolviendo el misterio, salvando a la muchacha y frustrando el plan de destrucción del malvado . 

Steeger, editor de Dime Mystery explicó en una ocasión: "Dediqué más tiempo y atención a las portadas que a cualquier otra cosa porque pensé que eran nuestros vendedores". Steeger recreó un puesto de periódicos en miniatura en su oficina, para determinar si la portada era lo suficientemente atractiva como para intrigar a los compradores potenciales. Steeger también es responsable de sugerir colores para los géneros de sus revistas. Los títulos dirigidos a hombres, como Dime Mystery, usaban negros, rojos y amarillos. Las comercializadas para mujeres presentaban predominantemente azules y verdes. Las portadas  “weird menace” eran notoriamente sensacionalistas y representaban rutinariamente a villanos macabros que torturaban sádicamente a doncellas con poca ropa.

Portada realizada por Delos Palmer

Dime Mystery solo acreditó a sus artistas en los primeros dos años de su historia, y muchos de esos artistas ahora siguen siendo desconocidos. Sin embargo, Delos Palmer y Walter M. Baumhofer son dos excepciones muy famosas. Baumhofer ilustró las principales portadas de The Spider y Doc Savage. También vendió trabajo a Cosmopolitan y McCall's . Entre los artistas de interiores conocidos se encuentran John Fleming Gould, el cabaillito de batalla de Popular Publications, y Amos Sewell, que también trabajó para The New York Times y The Saturday Evening Post.

Hugh B. Cave, el hombre de los mil pulps

Muchos escritores populares aparecieron en la revista, incluidos Hugh B. Cave, Frederick C. Davis y Wyatt Blassingame. Cave, que utilizó varios seudónimos, produjo al menos mil obras de ficción y publicó su última novela antes de su muerte a los 93 años. Cave también publicó no ficción durante la Segunda Guerra Mundial, incluidos estudios de lenguas caribeñas y vudú, que él utilizó como material de fondo para sus historias. Davis es quizás el más famoso por su creación de Moon Man, un héroe recurrente de doble identidad y probablemente influencia en la caracterización de Batman. Blassingame escribió libros de ficción y no ficción, cuentos para adultos y niños, antologías y libros de texto. Dime Mystery también publicó en su momento cinco historias de Ray Bradbury antes de que saliera a la luz su famosa novela Fahrenheit 451.

¿Sadismo? ¿Dónde?

La fase de sadismo llegó a su clímax de 1937. A fines de 1938, la revista había eliminado casi por completo su sexo y violencia exagerados. Hoppenstand y Browne culpan a la "saturación de la fórmula" y sugieren que el público se había vuelto insensible a la violencia y el sensacionalismo. De 1938 a 1940, los personajes detectivescos se hicieron cargo del contenido de la revista a medida que el "sadismo sexual" fue eliminado. En lugar de concentrarse en una "amenaza extraña", la ficción contenía un detective héroe maltrecho que "protegía a la sociedad contra los villanos más espantosos ... y evitaba que la gente 'normal' se afligiera con los terrores físicos más abominables". Los héroes fueron más "humanizados" a través de sus aflicciones. Ya no se idealizaban, sino que se presentaban como seres humanos que superaban terribles obstáculos físicos y dolencias. Dos detectives “defectuosos” recurrentes en Dime Mystery eran Nat Perry, un hemofílico que podía desangrarse incluso por un el menor corte, y Ben Bryn, quien, debido a una enfermedad infantil, tuvo que empujarse sobre una plataforma con ruedas, lo que resultó en que tenía brazos muy musculosos.

En 1940, la revista reutilizó portadas anteriores en nueve de sus números, y en marzo de 1941, comenzó a publicar solo cada dos meses, lo que indica una disminución en la rentabilidad y la popularidad. Esto coincide con la desaparición de los otros extraños títulos de amenaza / terror de Popular: Terror Tales y Horror Stories. Dime Mystery, sin embargo, fue capaz de continuar la publicación al convertirse en una publicación estrictamente detectivesca/misteriosa. Las historias continuaron presentando la revelación racional estereotipada de sucesos sobrenaturales.

A su salud...

Durante la Segunda Guerra Mundial, los pulps tuvieron que lidiar con la escasez de papel y las prioridades cambiantes de los consumidores: Steeger afirma que el efecto de la guerra en los pulps fue "increíble". Para noviembre de 1944 el precio de las revistas "Dime" de Popular subió a quince centavos, contradiciendo sus títulos y señalando el principio del fin.

Luchando por obtener ganancias, Dime Mystery subió su precio a veinte centavos en diciembre de 1948 antes de finalmente retirarse en diciembre de 1949, dieciséis años después de su creación. Dime Mystery resistió los últimos años de los pulps mejor que muchas otras revistas, pero finalmente sucumbió a la desaparición de todo el medio causada por los cambios de posguerra en la tecnología, la cultura y las nuevas formas de entretenimiento popular.

Algún día también se irá...

martes, 7 de julio de 2020

JOHN H. KNOX


John H. Knox (1905 – 1983)

Nacido en Nuevo México, Knox creció en Abilene, Texas, donde su padre era el reverendo Dr. T. S. Knox, el pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana. Su padre le leyó a Shakespeare cuando era niño y creció con un amor por la poesía y los grandes libros. Al final de su adolescencia, bajo el hechizo del popular escritor Jim Tully y otros cronistas de la vida vagabunda, Knox salió de su casa para subirse a los trenes y ver el país desde un "Pullman con puerta lateral". Pasó dos años en el recorriendo mundo, haciendo todo tipo de trabajos extraños, incluyendo el de asistente de camarógrafo en un estudio de películas de Hollywood. Regresando a Texas, Knox asistió al McMurry College, redactó una publicación estudiantil allí y escribió sus primeros poemas e historias. Su primera venta profesional fue un poema para la revista Brief Stories. Después de completar un período en McMurry, tomó un trabajo como vendedor de zapatos y, en una habitación detrás de la casa de la iglesia de su padre, dedicó sus noches a la escritura. Aunque Knox estaba obsesionado con los escritores modernos y recientes de literatura seria, y especialmente con los europeos pesados como Thomas Mann o Marcel Proust, apuntó sus naves hacia las frívolas revistas pulp que habían entrado en su edad dorada en el amanecer de los años treinta.

Knox era un hombre alto, de hombros grandes que se agachaba ante una vieja máquina de escribir portátil, buscando y picoteando cada letra. Comenzó a producir historias pulp, y las editoriales de Nueva York comenzaron a comprarlas. Escribió historias de varios géneros, y cuando un editor de una publicación pulp determinada lo alentaba –o pagaba con prontitud–, por un tiempo dirigiría una atención particular a las necesidades de esa revista. 

La editorial Popular Publications introdujo un nuevo estilo de revistas de terror, conocido abajo el nombre de "amenaza extraña", en la revista Dime Mystery en 1933. Estas historias de terror que por lo general excluían lo sobrenatural presentaban elaboradas escenas de sadismo y tortura. Knox comenzó a publicar en estas revistas al publicar su "Frozen Energy" en el número de diciembre de 1933. A partir de ahí, Knox publicó una historia casi todos los meses en Dime Mystery o en los dos títulos de amenaza extraña que le continuaron: Horror Stories y Terror Tales, hasta que el género fue completamente eliminado por la presión de los guardianes morales y los políticos en la década de 1940.

Knox, quien asistió a una lectura que una vez ofreció el novelista Thomas Wolfe, probablemente no se llenó artísticamente al escribir historias con títulos como "Danza de la gente bestia", "Novias para los discípulos de Satán" o "La cosa que cenaba muerte", pero no dejó que esto se interpusiera en su manera de complacer a los lectores de Horror Stories quienes esperaban textos como el siguiente, retomado de "El comprador de almas ":

"¡Marca el signo del nombre indescriptible y secreto de Satanás!" la voz gutural de la bruja entonó detrás del humo... Entonces el hierro comenzó a chisporrotear. El olor a carne quemada estaba en mis fosas nasales, ahogándome, y un destello de dolor cegador golpeó mi cráneo como un rayo... Hubo un terrible ardor sobre mis costillas; Todavía olía el apestoso humo de los ennegrecidos surcos de la carne. La muchacha se reía, sus labios temblaban locamente mientras se revolcaba en el espectáculo de mi dolor.”

En Abilene, en los años 30, Knox estaba en el centro de una pequeña comunidad literaria / intelectual de escritores y aspirantes a escritores, entre ellos Edward Anderseon (futuro autor de Thieves Like Us), el historiador William Curry Holden y Files Bledsoe (futuro escritor del Daily Worker, coautor de la autobiografía de la coreógrafa Ruth St. Denis). En esta atmósfera de mentalidad elevada, Knox rara vez se sentiría cómodo hablando de su última venta de terror o historia de detectives. A finales de la década, su primer matrimonio había terminado. Se casó nuevamente en 1941 y tuvo hijos con su segunda esposa, momento en el que se mudó en busca de un trabajo estable y bien remunerado, y terminó en una acería en California. Regresó a Texas después de la Segunda Guerra Mundial, compró una granja cerca del pequeño pueblo de Devine, e intentó revivir su latente carrera de ficción, vendiendo historias de crímenes a Black Mask y Dime Detective, entre otras revistas. Pero los pulps estaban muriendo, y sus intentos de encontrar nuevos mercados no tuvieron mucho éxito. Una novela que había pasado mucho tiempo completando se perdió en un incendio que destruyó su granja. Se mudó a Alabama y comenzó una nueva vida como escritor de periódicos y cronista local, obteniendo parte de sus ingresos como desarrollador de bienes raíces.

En el momento de su muerte, Knox había dejado de pensar en sus días como escritor pulp ocupado, aunque durante su carrera había escrito más de un millón de palabras para aquellas revistas antiguas. Muchos de los títulos de amenazas extrañas que había producido (39 historias firmadas con nombre y tal vez  muchas más bajo seudónimos) ahora son artículos de colección que se venden cientos de veces su precio de portada.


lunes, 6 de julio de 2020

STAG

Primer número Junio de 1937

La palabra “stag” significa en inglés “ciervo”, sin embargo, también se aplica como término para designar al hombre soltero, sin compromisos, al hombre libre, que no está “atado” a una mujer. De ahí que la revista STAG estaba pensada precisamente para ser “una revista para hombres”.

La primera encarnación de Stag fue cuando ésta era publicada por Leeds Publishing Corp en 1937. Era una revista de 96 páginas y con un costo de 25 centavos. En ella se publicaron artículos e historias de escritores como Carleton Beals, Elsa Maxwell, Bernard Sobel y Hendrik Willem van Loon. 

La segunda encarnación de Stag fue publicada, primeramente, por Official Com. Ind y después por Magazine Management bajo el dominio de Martin Goodman, quien también era el dueño de Timely Comics la cual, con el paso de los años, habría de convertirse en Marvel Comics.

El Stag de Goodman fue la respuesta al éxito de la revista Esquire pero en un papal más económico y con contenido más sensacionalista.

En esta versión, Stag contenía ficción que se presentaba como de “la vida real” sobre hombres que luchaban en tiempos de guerra o que vivían grandes aventuras, además de algunos artículos sobre sexualidad, algo del mundo del espectáculo, chistes colorados y muchachas en poca ropa. En sus páginas publicaron escritores tales como Bruce Jay Friedman, David Markson, Martin Cruz Smith, así como un (para entonces) desconocido Mario Puzo (que habría de saltar a la fama como el creador de la novela “El padrino”), y Mickey Spillane (padre del personaje Mike Hammer). 

Las portadas de Stag estaban llenas de colores vibrantes, titulares sensacionalistas, violencia y aventura, todo ilustrado por artistas como Frank Soltesz, Bruce Minney y Mort Kunstler

Hacia 1953 un joven Hugh Marston Hefner deseaba poner en marcha una revista que trataría de ofrecer un nuevo enfoque a uno de los temas tabú en Estados Unidos durante la década de los cincuenta: el sexo. Para lograrlo, había pedido dinero prestado a muchos amigos y estaba dispuesto a publicar su revista bajo el nombre de “Stag Party”, influenciado, precisamente, por la revista Stag. Sin embargo, cuando Marin Goodman se entera del proyecto de Hefner, le envió a su abogado y lo amenazó con una demanda por infrigir las leyes del copyright pues “Stag” era ya un nombre registrado.

Como Hefner no tenía para pagar un litigio, decidió cambiar a última hora el nombre de su revista utilizando el de una pequeña compañía automovilística que había quebrado en 1951 y es así como sale a la luz el conocidísimo nombre de Playboy.

¿No que no dejaba el negocio de publicar revistas?

Curiosamente, unos pocos años después, debido al gran éxito de Playboy, Martin Goodman se motivó para publicar una revista de corte similar llamada “Swank”. Stag y Swank pasaron a ser dirigidas por Charles “Chip” Goodman, el hijo de Martin, bajo la compañía sucesora de Magazine Management: Swank Publications. 

Desafortunadamente, para la década de 1970, el negocio de las revistas de acción para hombres ya no era lo que solían ser y muchos títulos desaparecieron o se volcaron al erotismo softcore. Stag y Swank no fueron la excepción y las portadas pulps de las décadas pasadas fueron sustituidas por sugerentes fotografías y las historias de hombres de acción prácticamente desaparecieron. Esto daría paso a la cuarta encarnación de la revista Stag.

La quinta y última encarnación de Stag ocurrió en 1993 cuando Stag y Swank fueron compradas por Publishing Group Magma y cayeron completamente en el rango de las revistas pornográficas.