Raymond King Cummings es el autor de probablemente unos 750 cuentos escritos bajo diferentes seudónimos tales como Ray Cummings, Emerson Graves, Ray King, Ray P. Shotwell, Robert Wallace y Gabriel Wilson. Nació en una familia acomodada en Nueva York el 30 de agosto de 1887. Asistió a la Universidad de Princeton durante dos meses cuando tenía unos dieciséis. Se mudó con su familia a Puerto Rico, donde su padre y sus hermanos exportaban naranjas a la ciudad de Nueva York. Poco después acompañó a su familia a Wyoming donde exploraron en busca de petróleo. Cummings fue asistente personal y escritor técnico de Thomas Edison de 1914 a 1919.
Una de sus historias de ciencia ficción más conocidas es también su primera publicación profesional: "The Girl in the Golden Atom" escrita para All-Story Weekly y publicada el 15 de marzo de 1919. Dicho relato tuvo una secuela, "People of the Golden Atom" (24 de enero - 24 de febrero de 1920, All-Story Weekly). Los dos cuentos fueron reescritos y publicados juntos como una novela titulada precisamente “The Girl in the Golden Atom” (1923).
Con esta obra Cummings demostró su reputación como autor de ciencia ficción y marcó el principio de varios de los temas que habría de retomar más adelante: la reducción de tamaño a través de drogas, el mundo microscópico y macroscópico, la muchacha en peligro y el interés romántico que mueve al protagonista, etc. Temas que volverá a presentar con muchas variaciones, durante el resto de su larga carrera.
Fue uno de los pocos escritores que empezaron a escribir antes de que Hugo Gernsback lanzara Amazing en 1926 y que continuaron a lo largo de toda la Edad de Oro de los Pulps. Cummings fue probablemente el tercer autor más popular de la década de 1920 y principios de la de 1930, ubicándose detrás de Burroughs y A. Merritt. “La chica del átomo dorado” y “La piscina lunar” de A. Merritt fueron sin duda las novelas de ciencia ficción más populares jamás publicadas en las revistas editadas por Munsey. Estos relatos fueron reimpresos en el primer número de la revista Famous Fantastic Mysteries (septiembre / octubre de 1938).
Junto con una gran cantidad de cuentos de ciencia ficción, Cummings escribió muchas historias de detectives. Hubo momentos en que combinó ambos géneros como fueron las nueve historias de Crimes of the Year 2000 publicadas en Detective Fiction Weekly (1935-1937). Dr. Feather fue una creación de Ray Cummings perteneciente al género policiaco. Cummings produjo al menos 21 historias con el Dr. Feather como protagonista, durante los años de 1936 a 1945. El Dr. Feather encajaría, junto con otros detectives como el Dr. Thorndyke, Luther Trant y Craig Kennedy, en la escuela de "detectives científicos", investigadores privados que utilizan la ciencia como la herramienta esencial para resolver misterios y crímenes.
Cummings también trabajó en el género de romance planetario (iniciado por Edgar Rice Burroughs) en sus historias de Tama of Mercury, y en el género de ópera espacial con sus historias de Greg Haljan.
La esposa de Cummings, Gabrielle Wilson, y su hija, Elizabeth o Betty Starr, también fueron escritoras. Marido y mujer vivieron durante un tiempo en un hotel en la ciudad de Nueva York, donde escribieron durante la noche y se despertaron para desayunar al mediodía. A medida que la carrera de escritor pulp comenzó a encogerse como sus personajes, allá en la década de 1940, hizo algunos guiones de cómics para Timely Comics. Adaptó "La chica del átomo dorado" para los Capitán América número 25 y 26 y así presentar una historia intitulada "La princesa del átomo". Cummings también escribió historias para los cómics de Human Torch y Sub-Mariner. Su estilo mecánico y la rigidez formulaica de su trabajo le hizo perder popularidad después de la Segunda Guerra Mundial, y guardó un relativo silencio después de 1950; Cummings fue fundamentalmente un escritor de pulp y, en contraste con sus colegas sólo un poco más jóvenes que él, nunca fue capaz de adaptarse a los nuevos tiempos, ya sea científica o estilísticamente.
Cummings murió el 22 de enero de 1957 en Mount Vernon, Nueva York, de una hemorragia cerebral. En la década de 1960, parte de su obra se reimprimió con nostalgia en forma de libro, pero este resurgimiento no afectó el consenso crítico. En general, Ray Cummings queda como un autor anclado en su época que ya no es tan apreciado como otros que lograron sobrevivir a través de las décadas como es el caso de Verne, Wells, Burroughs, Asimov, Heinlein o Bradbury.
Algunas de sus tantísimas obras son:
La chica del átomo de oro, cuento (1919)
La gente del átomo de oro (1920)
La chica del átomo de oro, novela (1922)
El hombre que dominó el tiempo (1924)
Nuevo mundo (1928)
Muchacha de las nieves (1929)
La chica de las sombras (1929)
La chica del mar (1929)
Tama del país de la luz (1930)
Más allá del punto de fuga (1931)
Brigands of the Moon (1931)
Rebelión en la jungla (1931)
Tama Princesa de Mercurio (1931)
Bandidos del cilindro (1931)
Beyond the Stars (1942)
P.D. A Ray Cummings se le atribuye la frase "El tiempo es aquello que evita que todas las cosas sucedan a la vez", frase que se le ha adjudicado a varios científicos, entre ellos a Albert Einstein.
