Lovecraft es uno de los autores de terror más difíciles de adaptar al cine. Sus relatos han servido de inspiración para muchas películas que, poco o mucho, tratan de reflejar los miedos y las ideas del habitante de Providence. "Lurking Fear" es uno de esos intentos que, en general, fallan de cabo a rabo. Esta película se estrenó directamente al video en el año de 1994 y está ligeramente inspirada en el cuento del mismo nombre (The Lurking Fear, título a veces traducido como "El miedo que acecha") que fue escrito en noviembre de 1922, y publicado por entregas entre las ediciones de enero y abril de 1923 de la revista Home Brew, posteriormente apareció en la edición de junio de 1928 de la revista Weird Tales y finalmente reeditado por Arkham House en la antología de 1939 The Outsider and Others.
Portada de la revista Home Drew de enero de 1923, donde se publicó la primera entrega del relato original de Lovecraft
Lurking Fear (la película) fue producida por Full Moon Entertainment de Charles Band y escrito y dirigido por C. Courtney Joyner. Basicamente trata sobre lo siguiente: el exconvicto John Martense (Blake Adams) regresa a la casa de su infancia en Lefferts Corner después de cumplir condena por un crimen que no cometió. Martense visita al amigo de la familia Knaggs (Vincent Schiavelli), un empresario de pompas fúnebres que ha estado sosteniendo la mitad de un mapa para él. El mapa lleva a un cementerio donde el padre de Martense escondió el dinero de su último atraco. Al llegar a una iglesia abandonada, Martense se enfrenta a Cathryn (Ashley Laurence), una joven que busca venganza por el asesinato de su hermana, y al médico del pueblo, el Dr. Haggis (Jeffrey Combs). A este grupo se une rápidamente un trío de delincuentes que buscan encontrar el dinero que les robó el padre de John. Lo que no todos conocen son las criaturas humanoides que acechan debajo del cementerio.
Tal vez la película sea una mala, muy mala adaptación de la obra de Lovecraft, sin embargo, si no no tomamos en cuenta al autor original, es una película, en lo que cabe, bastante disfrutable, muy "años noventa", de esas que se podían encontrar en el botadero de VHS de un supermercado y de la cual, sinceramente, no se puede esperar nada mas que pasar un buen rato.