Un evangelista de nombre Anthony Comstock lideró un movimiento contra la inmoralidad con el fin de proteger a las familias, los niños y los adolescentes. Para ello fundó la Sociedad para la Eliminación de Vicios. Comstock luchó contra los vicios sociales presionando a los legisladores. Viajaba periódicamente a Washington DC para convencer a los congresistas de la necesidad de crear leyes que protegieran a las familias de la pornografía. Su labor fue recompensada en 1873, con el establecimiento de una ley federal que prohibía el transporte de productos obscenos, inmorales o lascivos por el correo.
La ley "principal" (Sección 211) se aprobó el 3 de marzo de 1873 como Ley para la supresión del comercio y la circulación de literatura obscena y artículos de uso inmoral. Esta Ley tipificó como delito cualquier uso del Servicio Postal de los EE. UU. para enviar cualquiera de los siguientes artículos: obscenidades, anticonceptivos, abortivos, juguetes sexuales, cartas personales con cualquier contenido o información sexual, o cualquier información relacionada con los artículos anteriores.
Anthony Comstock fue nombrado Agente Especial del Departamento de Correos de Estados Unidos. En un solo unos años, más de 6 toneladas de placas pornográficas, más de 60 toneladas de libros obscenos, 200 mil fotos e imágenes, 31.500 cajas de píldoras y pociones, y más de 60.000 artículos fueron destruidas.
Hubo que esperar a 1920 y a 1953 para que dos personajes empezaran a destruir el trabajo de Comstock: Margaret Sanger, fundadora de la IPPF, que desafió las leyes de Comstock difundiendo y promocionando los métodos anticonceptivos amparándose en la salud y la libertad sexual de las mujeres, y Hugh Hefner, fundador del imperio Playboy, quien creó toda una industria multimillonaria amparándose en el derecho a la libertad de expresión de la prensa escrita. Hubo muchos intentos fallidos de derogar o modificar estas leyes y, finalmente, muchas de ellas (o partes de ellas) fueron declaradas inconstitucionales.
Las restricciones sobre el control de la natalidad en las leyes de Comstock fueron efectivamente anuladas y sin efecto por las decisiones de la Corte Suprema Griswold vs Connecticut (1965) y Eisenstadt vs Baird (1972).